El candidato James Urrego realizó su cierre de campaña en medio de un torbellino de controversia debido a un contrato suscrito con la empresa Caquetá y Gases del Sur de Colombia S.A., cuyo representante legal es Nelson Felipe Torres Calderón, un amigo cercano y antiguo gerente de campaña del candidato en elecciones pasadas. El convenio, valorado en más de 5 mil millones de pesos, tenía como objetivo la instalación de redes de gas natural en los estratos uno y dos del municipio de San Vicente del Caguán, con un plazo de ejecución de 10 meses y 20 días, sin sobrepasar el 31 de diciembre de 2022. Sin embargo, a casi 10 meses después, el contrato se encuentra sin ejecutarse y las interrogantes sobre el destino de los recursos no cesan.
De esta forma, el cierre de campaña, que debería haber sido un acto festivo y prometedor, se vio opacado por las acusaciones de presunta corrupción que pesan sobre Urrego y su colaborador, Torres Calderón. En medio de una multitud de seguidores, el candidato enfrentó preguntas incisivas de la prensa y críticos locales que exigen respuestas concretas sobre el contrato en cuestión.
Por otro lado, el contrato con Caquetá y Gases del Sur de Colombia S.A. fue firmado en un contexto de alta expectativa, pues San Vicente del Caguán, enfrenta serios desafíos en materia de cobertura de servicios públicos básicos. La promesa de llevar gas natural a los estratos uno y dos era vista como un avance significativo en la mejora de la calidad de vida de los residentes. No obstante, la realidad ha sido muy diferente, y la ejecución del contrato se ha estancado, dejando a los habitantes de estos estratos en una situación de incertidumbre, uno de los asistentes afirmó a CORREO NEWS que “la falta de ejecución de este contrato es un desaire para nuestra comunidad. Se nos prometió progreso y desarrollo, pero todo lo que hemos visto son evasivas y excusas”.
Nelson Felipe Torres Calderón, el representante legal de la empresa contratista, también se ha convertido en una figura controvertida en esta historia. Su cercanía con James Urrego y su papel como gerente de campaña en elecciones pasadas han llevado a que muchos cuestionen posibles conflictos de interés y que el hoy candidato a la gobernación esté envuelto en desaire a las comunidades.
Finalmente, mientras la controversia sigue en aumento, la comunidad de San Vicente del Caguán se encuentra dividida en cuanto a su apoyo a Urrego y su visión de liderazgo. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el escrutinio sobre este caso y sus implicaciones políticas promete mantenerse en el centro del debate público. Las autoridades y los ciudadanos esperan respuestas claras y acciones concretas que demuestren un compromiso genuino con el desarrollo de la región.