Redacción: Correo News
A don Juan le ha servido mucho ser el niño mimado de los Gaviria, eso es lo que más resuena en el piso 12 de la Gobernación de Antioquia, hasta dónde han llegado los reclamos varios funcionarios de la secretaría de educación departamental por las prioridades de esa dependencia a las que Juan Correa no ponía la atención debida.
Correo News conoció que, hasta Marina, la secretaria personal del gobernador y tres asesores de despacho fueron testigos de la furia de Gaviria, al conocer que varias de sus ideas para esa dependencia un mes atrás, las cuales habían sido trazadas en papel a puño y letra por el mismo, se quedaron en el olvido en manos del actual jefe de despacho, es decir Juan Correa Mejía.
En el 2014 Correa había tenido problemas similares en la alcaldía de Medellín por su estilo y poca capacidad de planeación, así lo revelan funcionarios del Metro de Medellín, entidad donde Gaviria ubicó a su “díscolo pupilo” quien suele fascinar a Aníbal Gaviria y la opinión pública con su “hermoso verbo” pero que, a la hora de verdad sus resultados son pocos.
La cereza de este pastel ocurrió hace algunas semanas, cuando la titular del Instituto de Cultura de Antioquia, la comunicadora Marcela Isabel Trujillo Quintero, quien venía desempeñándose con un buen rendimiento y su gestión era destacada por el sector cultura del departamento, por su compromiso y logros en estos 2 años y medio de gobierno; pues, abruptamente recibió una carta de terminación de su contrato en el Instituto, según conoció Correo News sin mayores razones o explicaciones, es más ni se conoce el motivo de su despedido.
El gobernador tiene el derecho de remover a cualquier persona de libre nombramiento y remoción, pero lo mínimo que espera un funcionario es que se le informe sobre el final de su ciclo.
Y ¿Adivinen quién llegó al Instituto de Cultura de Antioquia? Pues Don Juan, quien al parecer viaja en coche. Durante esta administración se ha desempeñado, primero como secretario de Participación Ciudadana, después como secretario de Educación y ahora estrena cargo, de seguro que el ritmo de esta dependencia va a descender, como ya ocurrió en cada una de las secretarías por las que pasa el sociólogo.
Siempre ha sabido caer parado, y fuentes cercanas a Correo News conocieron que el funcionario esperaba moverle el butano como asesor a Waldir Ochoa, pero todo parece indicar que prefirieron mandarlo lejos para que cumpla sus dos tareas preferidas: tomar café y salir con frases absolutamente “preciosas”.