En América Latina hay tres países que están viviendo con preocupación la depreciación de su moneda, en contraste con el alza del dólar: el primer lugar es para Argentina, seguido de Chile y en tercer lugar está Colombia.
El aumento del dólar provoca una depreciación del peso colombiano, ocasionando que todos los productos que se importen se deban comprar a un precio mayor, aumentando
para nuestro caso la inflación, dando como resultado una posible desaceleración en la economía colombiana.
Se prevé que el dólar continúe al alza por lo que reste del 2022, ni siquiera el alto precio del petróleo serán suficientes para contrarrestar el efecto. Así las cosas, se estima que la inflación estará cercana al 10% para este 2022. Debido a que Colombia tiene déficits en las cuentas fiscales y externas, tiene mayor grado de vulneración, evidenciándose en una devaluación del 27% desde enero del 2021.
Existe un evidente vació en la dinámica que tomarán las importaciones, pues hasta que no haya una baja o estabilidad, los importadores deberán esperar con prudencia para poder hacer una inversión que no afecte la economía colombiana. En el ambiente se sigue manteniendo cierta tensión por el comportamiento que tendrá el gobierno de Gustavo Petro a partir del 07 de agosto, cuando tome posesión junto a todo su gabinete.