Todo el encuentro o desencuentro del petrismo y el antipetrismo se centrará este año en las elecciones regionales donde se elegirán alcaldías, gobernaciones, asambleas departamentales y concejos municipales.
A lo largo de los años los mandatarios han tratado de imponer su poder y reafirmar su fuerza desde la Casa de Nariño en las elecciones regionales del país. A pesar de esto, en los últimos periodos esto no ha ocurrido en Colombia. Un ejemplo sería Álvaro Uribe Vélez quien fue elegido en 2002 y en las elecciones de 2003 quedaron dos alcaldes de centro izquierda en Bogotá y Medellín.
Para Gustavo Petro este año la situación no es buena, pues Petro llegó por medio del Pacto Histórico, una coalición de diversas fuerzas y partidos que hoy parecen molestos por diversos factores como no recibir la burocracia que esperaban, el desequilibrio frente a los nombramientos cercanos a los afectos de la familia y la Primera Dama y el hecho de que el presidente le ha dado más prevalencia a ciertos matices del Pacto y ha dejado excluidas a otras fuerzas.
Este año es crucial para el país y Gustavo Petro y el Pacto Histórico buscarán reafirmar los resultados de las elecciones legislativas y presidenciales del 2022.
Redacción: Correo News