Estudió ingeniería eléctrica en la Escuela de Minas de la Universidad Nacional, sede Medellín. Su ritmo al hablar es pausado, su acento paisa es marcado y al referirse a su trabajo lo hace con un orgullo bonito y contagioso. Han sido 34 años, más de la mitad de su vida, en Epm. Comenzó como ingeniero auxiliar en la central de Guatapé y hoy es vicepresidente de generación de energía. Su gesta más admirable y motivo de gratitud es haber liderado a miles de trabajadores, entre diseñadores, interventores, contratistas constructores y empleados de Epm, para hacer posible un imposible: la operación de dos de las ocho turbinas de Hidroituango, quizás el proyecto de ingeniería más retador que ha tenido el país en su historia.
Al ingeniero William Giraldo lo vimos celebrar hasta el llanto, en un vídeo que se hizo viral, el ingreso de las unidades uno y dos al sistema de generación nacional. Era la victoria, la recompensa a jornadas heroicas en las que los trabajadores – en su pico más alto alcanzaron a ser 10 mil personas – entregaron talento, experiencia, conocimiento y esfuerzo para hacer viable un sueño antioqueño que se ideó hace más de medio siglo y que tuvo todas las vicisitudes, algunas fruto de la naturaleza, y otras recientes causadas por aguas turbias y tormentosas producto de agendas políticas personales y dañinas.
El cariño y respeto que le tenemos a Epm, por su tradición como una empresa de rigor, responsable, icono de Antioquia, generadora de bienestar y certezas en su administración y liderazgo, son los sentimientos que nos despierta el ingeniero William. Su alegría genuina, este pasado 30 de noviembre, fue la prueba reina de que Hidroituango cumplía su primera meta. Un triunfo de región y país.
Las actuaciones del ingeniero Giraldo son testimonio de valentía y compromiso, así como las de los 10 mil trabajadores que estuvieron durante la obra, y deben servir como ejemplo para quienes hoy ostentan altas posiciones en la compañía y su Junta Directiva.
Al proyecto lo sacaron adelante miles de trabajadores como William Giraldo quienes, adentrados en las profundas montañas del norte de Antioquia, con ingeniería colombiana, persistieron en un cronograma técnico y pusieron la vida de las comunidades aguas abajo y al medio ambiente como una premisa.
En Hidroituango ninguna tarea ha sido fácil, en esta historia también es necesario reconocer y agradecer el coraje y valentía de Sinpro. El sindicato de profesionales de Epm que ha tenido los ojos puestos en el cuidado de la empresa y en la defensa de los recursos públicos. Su voz nos ha dado luz y guía en este camino.
La estabilidad del proyecto y la mitigación de los riesgos se alcanzarán cuando cinco, de las ocho turbinas, estén operando. En ese momento el Cauca dejará de pasar por el vertedero.
El cumplimiento de estos hitos requerirá de ingenieros, equipos técnicos y humanos experimentados, bajo el liderazgo de hombres como el ingeniero William Giraldo, y de una dirigencia que esté a la altura de los próximos desafíos de Hidroituango.
Por: María Bibiana Botero C.
Presidenta Ejecutiva Proantioquia