Este domingo los chilenos llegan a las urnas y no precisamente para votar por un candidato, esta vez se la juegan por la constitución del país.
En el año 2019 miles de ciudadanos se volcaron a las calles para protestar contra el gobierno de Sebastián Piñera, el detonante fue las alzas en la tarifa del metro, según ellos, motivación suficiente para manifestar su disgusto con el presidente del momento.
Los protestantes sumaron a los reclamos, el desempleo, el hambre y la falta de oportunidades para la educación. Días después, los chilenos solicitaron cambiar la constitución de 1980, para ello, se realizó un plebiscito para conocer si estaban o no de acuerdo con la propuesta, más de 80% voto a favor.
Ahora, nuevamente asisten a las urnas con un panorama político muy diferente al de 2019. El presidente actual es Gabriel Boric, de un movimiento de extrema izquierda, quien convocó a diferentes sectores entre sindicatos y organizaciones sociales para formular la nueva carta magna.
Situación que divide a un país de más de 17 millones de habitantes. Movimientos de derecha y de centro izquierda parecen estar unidos para rechazar la nueva constitución, mientras que la izquierda extrema le apuesta al cambio.
Correo News habló con Patricio Fierro, consultor político chileno, quien aseguró que, en caso de aprobarse sería un cheque blanco para el gobierno.
“Entre los cambios está la división del país en territorios autónomos, es decir, los pueblos indígenas tienen su propia justicia, sus elecciones populares, y así en cada ciudad, en conclusión, los chilenos tenemos que pedir una visa para poder ingresar, a esto se le suma que las empresas tendrán que pagarle impuestos a los pueblos indígenas que son los dueños de las tierras… hay un cambio jurídico, legal y administrativo que genera inquietud y confusión en la población” afirma Patricio Fierro.
Según los analistas, el tema que más preocupa al país tiene que ver con su implementación, uno de los artículos habla de 6 meses para la transición entre la constitución actual y la nueva, según Fierro “la constitución nueva le otorga al presidente la facultad de gobernar mediante decreto, en resumidas palabras, convierte al presidente en un “dictador” que puede durante ese tiempo emitir las leyes que quiera”.
A pesar de esto, hay muchos chilenos que confían en la nueva constitución y guardan la esperanza que sea la solución a todos los problemas sociales.
La votación será este domingo 4 de septiembre entre las 8:00 a.m. y las 6:00 p.m. La tarjeta electoral pregunta ¿Aprueba usted el texto de Nueva Constitución propuesta por la Convención Constitucional? las opciones son: apruebo o rechazo.
Según Patricio Fierro si los chilenos aprueban la nueva constitución, el presidente podrá hacer todas las reformas que desee, entre ellas, eliminar las fuerzas armadas, disolver la policía de investigación y los carabineros; pero, si la votación es negativa habría que escribir una nueva carta magna, “esto deja a la gente más tranquila, porque mientras que no se apruebe la nueva constitución, quiere decir que la actual sigue vigente y es la que ha gobernado a Chile durante los últimos 30 años” afirmó el consultor.