Por: Camilo Herrera Mora
Fuente: Portafolio
El futuro de corto plazo estará en ingresos bajos y el de mediano en ingresos medios, muchos del primero subirán al segundo y expectativas cambiarán.
“Cómo van las cosas?, mejor de lo que dicen”: puede ser el mejor diagnóstico de nuestra economía. El gasto de hogares crece, causado que diversos sectores económicos crezcan, generando empleo y llevando al PIB a crecimientos inesperados.
Como lo presentamos en el Forecast de Raddar, 2022 fue (otra vez) el año del gasto de hogares, que explica más del 80% del crecimiento del PIB, gracias a ese mayor empleo, créditos y remesas, pero sobre todo a que ese nuevo empleo, genera nuevos compradores que entran a crear nuevos ciclos de bienes durables y semidurables.
Esto es parte de la inflación que tenemos, porque este exceso de demanda no permite que los precios bajen, sumado a los altos costos de producción en el año, fuertemente impactados por el aumento del salario mínimo de este año.
Algunos pueden pensar que en 2023 se frenará fuertemente el gasto de hogares, más todo indica lo contrario: el salario mínimo subirá más del 15%, recuperando capacidad de compra de ingresos bajos y medios; el gasto social que viene del gobierno crecerá la demanda de ingresos bajos (que no sólo se concentrará en bienes básicos) y el empleo seguirá creciendo, seguramente más por el lado de la informalidad, debido al estimulo de las ayudas sociales y el alto costo para los empresarios.
Las personas de ingresos medios tendrán un enorme reto, porque la inflación continuara alta hasta el comienzo del segundo semestre cuando comenzará a bajar, logrando que la capacidad de compra de los salarios crezca en 2023, al contrario de 2021 y 2022, cuando cayó, aunque la demanda creció mucho, así suene contradictorio.
En 2023 veremos un gran flujo de dinero a ingresos bajos, llevando al mercado a redefinir sus estrategias hacia esta población, donde los canales de compra son diferentes, porque ahora la tienda de barrio es ‘digitalizada’ por medio de whatsapp y medios de pago por QR, siendo esto una curiosa evolución del e-commerce a la colombiana.
El futuro de corto plazo estará en los ingresos bajos y el de mediano en los ingresos medios, porque muchos del primero subirán al segundo y sus expectativas cambiarán. Los ingresos altos, son los que tendrán una mejor dinámica por el fin de su ciclo de durables y la tributaria que los afecta más que a los demás, que se verán impactados por el aumento de precios en alimentos.
2023 será un año retador para las empresas y el comercio, y quizá tendrá la cuesta de enero más dura de las últimas décadas por el aumento del precio de los servicios en todos los niveles; por esto, le pedimos a las empresas y al gobierno, que definan muy bien sus estrategias, porque el primer trimestre del año será muy diferente del primero, pasando de sangre, sudor y lágrimas, a las mieles de una calmada Navidad.
Camilo Herrera Mora
Fundador de Raddar